martes, 5 de marzo de 2013

OXIGENOTERAPIA


La oxigenoterapia es un procedimiento terapéutico dirigido a prevenir y tratar la hipoxia aumentando el contenido de O2 en sangre arterial.
Se puede definir hipoxemia como la disminución de la presión parcial de O2 en sangre arterial por debajo de 60 mmHg. Ante esta situación el organismo responde mediante la puesta en marcha de mecanismos compensadores para proteger aquellos tejidos más sensibles a la disminución de O2, como son el encéfalo y el corazón. Estos mecanismos compensadores son:
Ø  Aumento  del volumen minuto cardiaco mediante aumento de la frecuencia cardiaca con el objetivo de elevar el aporte de sangre a los tejidos.

Ø  Vasoconstricción periférica y redistribución de la volemia hacia los órganos como el encéfalo y el miocardio.

Ø  Hiperventilación pulmonar para elevar la PaO2.

La hipoxia celular puede estar causada por anomalías en cada uno de los pasos por los que transcurren los gases hasta ser utilizados por las células como combustible metabólico:
1)    Por disminución de la cantidad o de la presión parcial de O2 en el gas inspirado; es el caso de la ventilación espontánea o mecánica inadecuada.

2)   Por alteración del intercambio gaseoso alveolo-capilar.

3)   Por incapacidad en el transporte de O2.

4)   Por alteraciones celulares que impidan la captación de oxígeno.  1

Los sistemas de oxígeno suplementarios son generalmente clasificados en alto y bajo flujo:

v  Sistemas de alto flujo: Sistema donde el flujo de oxígeno y la capacidad de reservorio son suficientes para proporcionar todo el volumen corriente inspirado requerido por el paciente. 3
Se caracterizan por proporcionar una fracción inspirada de oxígeno (FIO2) precisa y constante, e independiente de las alteraciones del patrón respiratorio del paciente. 2
El paciente únicamente respira el gas suministrado por el sistema. La mayoría de los sistemas de alto flujo son sistemas “Venturi” que funciona bajo el principio de Bernoulli; donde el flujo pasa a alta velocidad por un conducto estrecho, mezclándose con aire atmosférico. Proporciona concentraciones de oxígeno entre el 24 y 50 %. 3
Los sistemas de alto flujo tienen dos ventajas principales:

1.     La FIO2 administrada es constante y predecible y no está influenciada por el patrón ventilatorio del paciente

2.    Dado que entra aire atmosférico, la temperatura y la humedad del has inspirado están asegurados. Por este motivo, en estos sistemas, y cuando se trate de concentraciones bajas no es imprescindible la humificación del aire inspirado con  lo que se elimina un riesgo potencial de transmisión de infección. 2

Al iniciar la VM se deben aplicar una FIO2 al 100 % para posteriormente disminuir progresivamente la concentración de oxígeno, tratando de mantener una FIO2 por debajo del 60 %. 3


 Figura 1.   Mascarilla con sistema de Venturi. El oxígeno   entra a la mascarilla por  un pequeño orificio a alta velocidad, arrastrando aire de las portezuelas laterales. La mezcla final alcanza un flujo ~ 40 L/min, que si es excesivo se elimina por las aberturas laterales de la mascarilla.

  




v  Sistemas de bajo flujo: No son capaces de proporcionar todo el volumen minuto requerido por el paciente y por tanto parte del volumen corriente inspirado lo debe tomar el paciente del aire atmosférico.  Puede proveer concentraciones de oxígeno desde 24 hasta el 80 %.

Son los que comúnmente se utilizan en pacientes que respiran espontáneamente (cánulas, máscara facial simple o con reservorio). En estos sistemas la FIO2 depende de:

1.     El flujo de oxígeno hacia el interior del sistema.

2.    Tamaño del reservorio del equipo (volumen de la máscara facial).

3.    Tamaño del reservorio anatómico (volumen de la faringe nasal y bucal).

4.    Capacidad de llenado del reservorio durante la transición entre la inspiración y la espiración.

5.    Patrón respiratorio del paciente.


  La FIO2 administrada con uno de estos sistemas no es constante ni predecible.




ü  CANULA NASAL: administra concentraciones de oxígeno desde 24 % y no mayores del 40 %, con un flujo de 2 a 6 litros por minuto.  Con volúmenes mayores a 4 LPM se recomienda el uso de humificación para evitar la irritación de la mucosa nasal. 2,3












ü  MASCARA SIMPLE: Dispositivo con agujeros laterales para permitir la salida del aire espirado al ambiente. Suministra concentraciones del 30 al 60 % con flujos de 5 a 10 LPM  2,3










ü  MASCARA CON REINHALACION PARCIAL: El paciente inspira oxígeno de una bolsa de reservorio junto con aire atmosférico y oxígeno de la mascarilla. El primer tercio del volumen corriente espirado entra en la bolsa, el resto sale de la mascarilla. El aire que entra a la bolsa proviene de la tráquea y bronquios, donde no hay intercambio de gases, por tanto reinhala el aire oxigenado que acaba de espirar. Suministra concentraciones de oxígeno del 40 al 60 % a un flujo de 8 a 15 LPM. Presenta tres válvulas que impiden la recirculación del gas espirado. Una ubicada entre el reservorio y la mascarilla, que permite el paso de O2 desde el reservorio durante la inspiración, pero impide que el gas espirado se mezcle con el O2 del reservorio en la espiración; las otras dos están localizadas a cada lado de la mascarilla permitiendo la salida del  gas exhalado al ambiente durante la espiración.  2,3


COMPLICACIONES DE LA OXIGENOTERAPIA

Cuando se administra 02 suplementario a un paciente durante un tiempo prolongado pueden aparecer lesiones por defecto de la humificación de los gases, retención de secreciones, atelectasias, hemorragias difusas en la mucosa bronquial, e incluso infecciones.


CUIDADOS DE ENFERMERÍA A UN PACIENTE CON OXIGENOTERAPIA
Los cuidados de enfermería de estos pacientes deberán ir dirigidos fundamentalmente a una eficaz valoración del estado del enfermo así como al correcto mantenimiento de los equipos de administración. La valoración clínica del enfermo debe incluir:
·         El conocimiento de la historia clínica del enfermo, su patología y las causas   que producen o pueden producir la hipoxia.
·         Exploración del estado de la ventilación del paciente. Ello nos permitirá adecuar mejor los cuidados, seguir la evolución del estado del paciente y evaluar los resultados del tratamiento.
·         Valoración de la repercusión hemodinámica de la hipoxia.
·         Conocer el grado de información que el paciente tiene de su enfermedad y de la terapia que se le está aplicando, dado que la colaboración en el tratamiento va a redundar en una mayor eficacia del mismo. 1

BIBLIOGRAFIA
1. Perela MJ. Martín C. Oxigenoterapia. En:   Esteban A. Martín C.  Manual de cuidados intensivos para enfermería. 3 ed. Barcelona: Masson; 2003.p.143-151
2. Torres A. Oxigenoterapia. En: Torres A. Ortiz I.  Cuidados intensivos respiratorios para enfermería. Barcelona: Springer- Verlag Ibérica; 1997.p. 47-52
3. Gloria Cepeda E. Terapia respiratoria en la Unidad de cuidado intensivo. En: Vélez H. Rojas W. Borrero J. Restrepo J. Paciente en estado crítico. 3 ed. Colombia: IB 2003.p.360-376


 







    

 


1 comentario:

  1. Muy buena entrada, veo que tienes claras las diferencias entre los sistemas de alto flujo y bajo flujo. El oxigeno es una droga y como tal debemos administrarla, teniendo en cuanta sus ventajas y sus contraindicaciones.

    Creo que el siguiente paso es definir la fracción inspiratoria de oxigeno, FiO2.

    Un saludo

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